En 2020 se admitió por primera vez la expedición de traducciones juradas con firma digital. Sin embargo, a pesar de la progresiva digitalización de los procedimientos administrativos, todavía es necesario imprimir, certificar, sellar y firmar físicamente las traducciones antes de su digitalización y firma electrónica.
La traducción jurada se calificó como actividad esencial durante el primer estado de alarma decretado a causa de la pandemia de COVID-19. A fin de facilitar la entrega de documentos pese a la falta de movilidad, se incorporó el certificado digital a las traducciones juradas. No obstante, la admisión de la firma electrónica fue improvisada y no se complementó con un marco jurídico que amparase la digitalización total.
En efecto, el aviso publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores el 6 de abril de 2020 se limitaba a afirmar que se admitirían las traducciones juradas con firma digital, siempre que estas cumplieran los requisitos que establece la Orden AEC/2125/2014, de 6 de noviembre, “en lo referente a certificación, firma, sello y fotocopia del original que se haya traducido”.
Desde entonces, la digitalización en los procedimientos administrativos ha sido imparable. El Gobierno puso en marcha el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas (2021-2025), dirigido a modernizar los servicios públicos. Todas las Administraciones han pasado a admitir, a veces de forma exclusiva, la documentación en formato electrónico.
A pesar de la apertura de plataformas digitales para los trámites administrativos, la traducción jurada permanece anclada al pasado. Como no existe todavía un sello electrónico, los traductores jurados no podemos prescindir del papel. Estamos obligados a imprimir, sellar, firmar y escanear la traducción para añadir nuestra firma electrónica.
Ventajas de la firma electrónica
Por supuesto, la presentación de traducciones juradas con firma digital ofrece grandes ventajas en comparación con la copia física. Veamos algunas.
- En primer lugar, un mismo ejemplar de la traducción puede utilizarse para distintos procedimientos, lo que evita la necesidad de solicitar copias certificadas. Esto redunda en menores costes para el destinatario del servicio, pero no reduce los costes de producción.
- En segundo lugar, se agiliza la entrega del documento traducido. El cliente lo recibe por protocolos seguros de entrega electrónica de forma inmediata en cuanto la traducción está preparada.
- La tercera ventaja es que disminuye el impacto ambiental, dado que se reduce la utilización de servicios de mensajería para la entrega física. Aun así, este impacto sigue siendo elevado, pues es necesario imprimir la traducción para sellarla y firmarla antes de su digitalización.
Comprobación de la autenticidad
Es posible que la digitalización de la traducción jurada entrañe un mayor riesgo de falsificaciones, en comparación con la entrega física en papel. Por ello es necesario conocer los requisitos que debe cumplir una traducción jurada para ser oficial.
- En la última página de la traducción debe figurar la certificación jurada, en el siguiente formato:
Don/Doña ………………………………………………………………..…. (nombre y apellidos), traductor/a-intérprete jurado/a de ………………………….….. (idioma) nombrado/a por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, certifica que la que antecede es traducción fiel y completa al …………………………………….…………….. (lengua de destino) de un documento redactado en …………………………………….………….. (lengua de origen).
En ……………………………………..…. (lugar), a …………………………….……….. (fecha).
- El nombre del traductor debe figurar en la lista actualizada de traductores jurados que publica el Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Junto a la certificación deberán figurar el sello de tinta y la firma física del traductor jurado. El sello debe indicar: a) nombre y apellidos del traductor; b) idioma o idiomas para cuya traducción ha sido habilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores; y c) número de traductor jurado. El uso del papel timbrado es opcional.
Traducción jurada con firma electrónica validada con el servicio VALIDe - Además, en el margen izquierdo deberá figurar el resultado de la validación oficial de la firma electrónica.
- Si el documento se entrega con la firma electrónica no validada, se puede comprobar su autenticidad en el servicio VALIDe del Gobierno de España.
Legalización de traducciones con firma electrónica
Cuando la traducción jurada va dirigida a otro país, puede ser necesario legalizar la firma del traductor. El hecho de que el soporte sea físico o digital no influye en los procedimientos de legalización. Los factores determinantes son el tipo de documento y del país de destino.
De la transición digital a la transición ecológica. ¿Para cuándo un sello electrónico?
Como hemos visto, en la traducción jurada sigue siendo obligatoria la impresión del documento en papel. Hasta la fecha, la digitalización se ha concebido como un simple medio para facilitar la entrega del documento por medios electrónicos.
Sin embargo, el objetivo principal de la digitalización debería ser la transición hacia un modelo más ecológico que reduzca el consumo de papel. A tal efecto, sería necesario disponer de un sello electrónico para la traducción jurada. Por el momento, el único sello oficial de los traductores es un sello de tinta.
Así pues, sería muy conveniente modificar el marco jurídico de la traducción jurada para impulsar una verdadera digitalización del sector. Este cambio agilizaría la producción de las traducciones, reduciría los costes de la actividad y mejoraría su huella ambiental.
© Marta Pino Moreno. Reservados todos los derechos
Código de registro: 2203210772028
Fecha de registro: 21-mar-2022 20:50 UTC
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